Mirando al 2014… con oscuros nubarrones

Llevamos ya unos cuantos días en este 2014 que muchos prometen ser mejor que el año que dejamos ¿Qué esfuerzo estamos haciendo para crearnos una realidad alternativa en la que realmente nos movemos? ¿No nos sería más rentable aplicar todos esos esfuerzos en otro sentido? Me explico.

10 de Enero, a la hora de escribir esta entrada tengo 25 años y 4 meses (no voy a clavar las horas porque todavía no sé a que hora nací. Es uno de los misterios de mi vida… – ¿que ya tiene que aburrida para que eso sea un misterio no? xD- Vaya de antemano que no soy ningún licenciado, experto o gurú de los temas en los que me voy a meter, tan sólo uno chico que ha estudiado lo que ha querido, sin pensar en qué profesión me iba a dar de comer -algún día-, ya que está claro que para la que he estudiado no lo hará.

Este primer párrafo ya de primeras es como darte un guantazo en toda la cara con un puño del material más duro que os podáis imaginar, pero era algo que ya sabía, algo que ya tenía asumido y por tanto no me sorprende. Tan sólo hay que mirar el encabezado del blog para saber que, de seguir este camino, puede que en un futuro sea el «loco ese que va dando vueltas por la calle sin rumbo», pero ésta no es una entrada para centrarme en el tema audiovisual, como puede ocurrir con las últimas publicadas. La intención de esta es ir un poco más allá.

No voy a entrar en temas tan manidos ya como el que estamos metidos en una crisis -¿Alguien que aún no se haya enterado?- pero sí voy a entrar en como estamos perdiendo una oportunidad de ORO para poder pisar el freno con toda la fuerza que podamos transmitir, y cambiar así el rumbo de un vehículo que nos está llevando contra un muro mientras dentro parece que estamos en una fiesta permanente.

Vivimos en una época donde la corrupción campa a sus anchas, cada día que pasa conocemos más datos sobre altos cargos de partidos políticos, instituciones, empresas privadas… toda, toda nuestra sociedad da la sensación de estar podrida hasta los cimientos . Y en lugar de derribarla y construirla de nuevo nos limitamos a poner parches, que sí, valen durante un tiempo, pero al cabo de los años se vuelven a destapar.

Pero por otro lado, ¿Qué podemos esperar de unos responsables que son el reflejo de los que están por debajo? Vivo en una zona que se puede considerar normal, con gente normal, trabajadores (los que pueden), en fin, una zona, una ciudad, un pueblo, como cualquier otro a lo largo del mundo. A pesar de ello no deja de resultar curioso el que, ya puede ser aquí o en la otra punta del país, hay una característica común que parece reinar por encima de lenguas, sexos, creencias, estatura, color de pelo y cualquier rasgo que nos diferencia a unos de otros, el «yo».

Mientras «yo» este bien, mientras lo mío no se toque, mientras «yo» disfrute, mientras «yo» no tenga problemas, el resto me da absolutamente igual. Hemos llegado a un punto en el que sólo nos quejamos si nos afecta  algo directamente, hemos perdido empatía, ponernos en la piel de otro. Veo a padres que no ven más allá del tiempo actual, padres con niños que no levantan más de un palmo del suelo, abuelos que no son conscientes de que sus nietos no tienen futuro, cuando ellos han sido testigos de primera mano de como es una situación extrema, a la que cada vez parecen dirigirse más familias.

Esto no es problema político, no es una cosa de colores o de ideologías, es un problema de concepción de sociedad. No tenemos respeto por nada, no valoramos nada. Veo a adolescentes, y no tan adolescentes, quejarse una y otra, una y otra y una y otra vez por cosas tan triviales como el no poder salir «el finde» a tomar algo cuando su familia las está pasando muy putas porque todos están en el paro. Chaval, ¿eres consciente de la situación en la que estás? ¿realmente te parece un problema el no poder salir un fin de semana?

Pero ojo, no es cosa del chico por ser un adolescente, vuelvo otra vez al tema del «yo», es algo generalizado. Estoy viendo, casi a diario, a padres desatender afectivamente a sus hijos, como si fueran una carga para sus salidas y entradas, para su diversión. Veo a adultos, empresarios, políticos, mayores, menores, da igual, aprovecharse de las situaciones en sus propio beneficio sin importar qué o a quién se lleven por delante.

¿Por qué  me ha dado por esta entrada? Básicamente por que es el resultado de miles y miles de gotas que han ido llenando un vaso que ya no soporta más agua, la última ha sido una «oferta» de trabajo en la que buscaban un Community Manager. Una persona que se encargase de llevar la imagen corporativa de una compañía X. Tengo que decir que, aunque actualmente tengo algunos ingresos, no llegan ni al salario mínimo interprofesional, de ahí que no pare de recorrer ofertas de trabajo y me tope con cosas como la del CM, en la que buscaban a una persona VOLUNTARIA para llevar a cabo este trabajo porque… si me puedo ahorrar todos los costes que implican contratarla, mejor que mejor, más para mi.

Y claro, hay gente, como yo, que por «rellenar cv», por estar «ocupados» o por distracción pican en ese anzuelo.. y digo como yo por que llevo desde los 16 años metiéndome en cosas de este estilo. Primero como redactor, luego como editor de vídeos, luego como redactor otra vez, luego como operador de cámara, luego como técnico de sonido, y así hasta el día de hoy, aunque llegó un momento, cuando cumplí los 18, que las cosas se dividieron y por un lado empecé a trabajar como freelance en la redacción y edición de material audiovisual previo pago, mientras que por otro continuaba con estas colaboraciones voluntarias, ya que, o bien eran proyectos iniciados de forma conjunta en los que ninguno veíamos (vemos) un duro, eran proyectos de conocidos o era algo sin ningún tipo de ánimo de lucro.

El problema llega cuando el resto, en su propio beneficio, quieren que todo lo que tú hagas sea voluntario, sin remuneración, dejándote los ojos, los dedos, los hombros, los oídos, dejándote entero en una labor y ojo, no hablo sólo de temas económicos, que en los tiempos que corren se convierten en uno de los principales, hablo de como está todo enfocado, el «yo» nuevamente, mientras «yo» consiga mi objetivo me da igual la forma de hacerlo.

Este planteamiento se ve a gran escala en la situación española. Los que asumen el poder dejan de mirar, si es que alguna vez lo han hecho, por aquellos que, inocentes y crédulos, los suben hasta el pedestal desde el que luego atizan sin miramientos, ellos ya están donde querían y se han servido de nosotros para conseguirlo sin importar como quedemos una vez conseguido.

Ahora, todos, no me vale eso de es que la juventud… es que los mayores, no, todos somos partes integrante de la sociedad al completo, pongamos pie en pared, vamos hacía un futuro NEGRO y parece darnos igual, cada vez son más jóvenes los que deciden hacer la maleta con lo mucho o poco que tengan y abandonar el país. Yo quiero ser uno de ellos, y era una cosa que nunca me había planteado, el salir de España para no volver, nunca he sido muy patriota para que negarlo, pero tampoco me ha dado vergüenza decir de donde era, hasta ahora. No quiero ser parte de una sociedad dormida, sumisa, una sociedad manipulable y esto no parece salvarlo nadie, por que nadie deja de mirar para si mismo.

A pesar de todo, mi intención con esta entrada no era ponerlo todo tan «negro» como creo que ha podido quedar, al contrario, es más bien un grito por el cambio que, en el fondo, todos sabemos que debemos dar pero ninguno se atreve a iniciar. ¿Puede que quizás sea este 2014 el año en el que despejemos los nubarrones? Lo dudo, y ojalá el 10 de Enero de 2015, si esto sigue en pie, tenga que redactar una entrada echando por tierra a ésta.

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